Albarrada: perro que ladra… no muerde. Othoniel Soto líder corrupto en el SQCS

Chetumal.- Apadrinado por la entonces diputada local, Arlet Molgora, el camarógrafo adscrito a la dirección de Noticias del Sistema Quintanarroense de Comunicación Social, Othoniel Soto ganó la elección como dirigente del sindicato de esta paraestatal.
En octubre de 2014, el “perro” como le apodan sus amigos, logró imponerse con 81 votos de los 123 trabajadores sindicalizados del SQCS.
Para tener controlado al SQCS, Othoniel Soto, quien hizo promesas de mejorar el salario de los trabajadores, tener mejores condiciones laborales, aumentar sus prestaciones, etc, etc, etc, recibió del gobierno de Roberto Borge un terreno donde construyó un local.
Hace unos días consolidó su reelección, nadie supo con cuantos votos, ya que la mayoría estaba en vacaciones decembrinas, ya que no existe el acta de acuerdo, ni la toma de nota, pues aprovechando el “power” el famoso Perro Othoniel Soto, logró que la Junta Local avalara este proceso por demás amañado.
El poder se le subió a la cabeza a este líder sindical, que está siguiendo los pasos del dirigente del SUTAGUE, Roberto Poot, quien ya se enquistó en el poder y lleva más de tres periodos consecutivos reeligiéndose.
Este Perro Othoniel anda exigiendo más viáticos y dinero en efectivo para supuestos viajes a Cancún, Playa del Carmen y Carrillo Puerto, supuestamente con el fin de reunirse con los sindicalizados del SQCS y paradójicamente nunca llega y si viaja los cita en restaurant bares donde terminan pagando la cuenta y hasta sus excesos con las chicas de esos lugares.
Cuentan las malas lenguas que está construyendo una casa, con esos “favores en efectivo” que le llegan como líder sindical y hasta haciendo una “vaquita” para irse de luna de miel, pues el famoso Perro volvió a contraer nupcias.
Cuentan las malas lenguas que recientemente Othoniel Soto, ya enfermo de poder, quiso obligar a los trabajadores a que firmaran actos de maltrato, supuestamente hechos por los nuevos directivos del SQCS, en un intento de chantaje político, para lograr que le den más dinero y canonjías bajo el argumento de tener controlada a la base sindical de esta paraestatal.
Perro que ladra no muerde y lo mismo le pasará a Othoniel Soto, que fue puesto al descubierto en sus chantajes políticos por sus propios agremiados, que antes lo respaldaban, pero al ver la corrupción y malos manejos en el sindicato ahora lo ventanean. Tiempo al tiempo, con este Can.

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