Parece que la señora Carlota (73 años) no se conformó con tejer suéteres o hacer galletas en su jubilación. No, ella eligió un camino más *emocionante*: el crimen organizado. Porque, ¿qué mejor manera de mantenerse activa en la tercera edad que con un revólver en la bolsa del mandado y un par de homicidios en el currículum?
**»Abuelita» ≠ «Inocente»**:
Porque claro, cuando pensamos en una anciana de 73 años, lo primero que viene a la mente es *»¿será sicaria?»*. Pero Carlota rompió estereotipos: demostró que el crimen no tiene edad… ni límites morales.
No contenta con involucrarse sola, arrastró a hijos y hasta un *primo con nombre de narcoserie* (Julian Zayed, suena a personaje de *El Señor de los Cielos*). ¿Lección? El *family pack* del crimen es más rentable.
Un Ford Fiesta sin placas y una camioneta roja haciendo maniobras evasivas. Si esto fuera Hollywood, habría explosiones. Pero en la vida real, solo terminaron detenidos en Ixtapaluca, porque ni para eso les salió épico.
**Razonamiento incómodo:**
– ¿Cómo una mujer de 73 años termina en una célula criminal? ¿Falta de oportunidades? ¿Presión familiar? ¿O simplemente el *»ya qué, total, la vida es corta»*?
– La normalización de la violencia: Dos muertos y un adolescente herido son solo *»daños colaterales»* en la crónica roja. Ni siquiera nos sorprende ya.
– **El verdadero chiste (negro)**:
Si Carlota hubiera sido joven y pobre, ya estaría crucificada en los medios. Pero como es una *»abuelita»*, hasta le ponen diminutivos (*»presunta»*, *»bolsitas verdes»*). ¿Doble moral? Nah, es solo *México mágico*.
**Conclusión:**
Carlota no es solo una noticia, es un *símbolo* de hasta dónde puede llegar la descomposición social. Entre el morbo, el ridículo y la tragedia, su historia debería hacernos preguntar: ¿Qué demonios está pasando cuando una anciana prefiere empuñar un .38 en lugar de unos chocolates?
Pero bueno… al menos le dio sabor al noticiero. **#AbuelitasDeAcero #CrimenSinEdad #MéxicoSurrealista**
