Por Pedro Canché
Las 150 hectáreas aledañas a la Zona Arqueológica de Tulum que entregó el gobernador Carlos Joaquín a nombre de los Quintanarroenses a AMLO, para el Parque Jaguar, valuado en 2 mil 500 millones de pesos, su parte de los 10 mil millones de pesos para la súper inversión en Cancún del Puente Nichupté (libre de cuotas a la Zona hotelera) y la modernización y ampliación de la Avenida Colosio en Cancún es un ejemplo de cómo se puede catafixiar los terrenos de Quintana Roo por la deuda de Félix y Borge que asfixian al Estado. Ya lo dijo Nivardo Mena, el Quijote holboxeño, si llega a ser gobernador, venderá las tierras del patrimonio del Estado y pagará esa asfixiante deuda de 21 mil millones de pesos. Se evitará pagar 400 millones de pesos al mes en interés a los bancos. O ahí el gobernador Carlos Joaquín puede decirle a AMLO aprovechando que acepta terrenos que le cede a la Federación unas 2 mil hectáreas del patrimonio de Quintana Roo y adiós deuda. Solo poner una cláusula en el Congreso para que ningún mequetrefe gobernador como Félix o Borge endeude al Estado.