AGENCIA SIM
Tulum.- Al concluir el ciclo de conferencias para la conservación de la Tortuga Marina organizado por autoridades estatales y organizaciones civiles, se dio a conocer que las tortugas marinas son especies centinelas, es decir, que según el estado de salud en el que se encuentren, reflejan las condiciones del ambiente donde viven
Rafael Robles de Benito, del Instituto de Biodiversidad y Áreas Naturales en Quintana Roo (Ibanqroo) destacó que “quienes dedican su tiempo y esfuerzo a la conservación de las tortugas marinas garantizan que las futuras generaciones tengan acceso a océanos saludables y hacer uso de los recursos y servicios ambientales que los mares proporcionan”.
Por su parte, la bióloga Gisela Maldonado al ofrecer la conferencia “Las tortugas marinas especies en riesgo” precisó que, al igual que muchas otras especies, están al borde de la extinción. Son especies migratorias, se encuentran amenazadas por causas naturales y antropogénicas, a las que se suman depredación, parásitos, etc.
Agregó que están amenazadas por redes de pesca, urbanización del litoral, contaminación, turismo masivo, captura objetivo y choques con propelas. Sin embargo, cada vez más se suman Gobierno, Grupos, Sociedad y Asociaciones para su protección.
La conferencia de Fernando Alberto Muñoz Tenería versó sobre el “Impacto de las enfermedades en la ecología de las tortugas marinas en Quintana Roo”, explicó que las enfermedades en los quelonios son reguladoras naturales de la población; además de los factores que determinan la viabilidad de una población como la depredación natural, depredación por fauna invasora; en cuanto a la migración está regulada por la abundancia de alimento, protección adecuada y hábitat adecuado para la reproducción; la inmigración la determina la escases de alimento, disminución de la protección y hábitat inadecuado para la reproducción.
Los expertos explicaron que la enfermedad de fibropapilomatosis está reportada en todos los océanos donde habita la tortuga verde (chelonia mydas). Fue reportada por primera vez en 1938 en Florida, EEUU; hasta la década de los 80 se comienza a reportar de nuevo y aunque afecta principalmente a la tortuga verde se ha reportado en todas las especies.