El leñador que se convirtió en portero

 

Por Velio Vivas

Cozumel.- 17 de Octubre de 2019.- Se cumple en este año, el 30 aniversario de la celebración del primer encuentro de futbol profesional en Cozumel con la presentación del Equipo Huracanes, integrado con jóvenes locales y chetumaleños. Ello nos lleva a rememorar el primer encuentro de futbol que hubo en nuestra ciudad, hace más de 90 años.
Va el relato tal como lo escuché de mi padre.
Corría 1927 y un grupito de jovenes locales que estudiaban en el Colegio de Saint Jhon en Belice, aún colonia inglesa por entonces, estaban pateando un balón de futbol en un espacio libre de con strucciones al costado poniente del parque Juárez, en el que por entonces no habia construcciones mas que la Aduana donde hoy hay un popular restaurente. Sucedió entonces que estando de paso un buque de la armada, los vieron pateando un grupo de marinos en tierra y les preguntaron si se jugaba futbol en Cozumel a lo que el cabecilla Miguel Lopez Vivas, afirmó que si y que estaban listos para enfrentarse con los marinos, si tenian equipo. Los marinos aceptaron y pactaron un encuen tro para su siguiente visita a la isla, cuando regresaran de Payo Obispo, a lo que ya embalado el juvenil Miguelón agregó «¿que les parece una apuesta para ponerle mas emoción?», acordandose asi tres cartones de cerveza en juego.
Retirados los marinos, los improvisados futbolistas reclanaron al lider su atrevimiento, nunca habian jugado ese deporte la mayor parte de ellos, no eran siquiera los once mínimo que se requeria y el colmo ¡ Ni siquiera tenian un portero! ¡ Y encima, hasta había apostado!
Para Miguelón esas objeciones eran nada.
» Miren les dijo, ahi viene ..Poot, es un buen deportista, juega beisbol y es short stop, si atrapa la pelotita seguro podrá atrapar una grande.» Oye le llamó al susodicho que con un tercio de leña sobre la espalda venia caminando por la playa, «Quieres jugar», » Ay joven Miguel, no tengo tiempo para eso, todavia tengo que entregar dos tercios de leña más». » Mira» repondió el cabecilla, «Cuánto ganas con ello?» , » 15 centavos cada uno» respondió el interrogado, a lo que le propuso el lider, » Te pagaré un tostón diario para que vengas a practicar y un peso el dia del juego, además si no dejas pasar ningun tiro de los marinos te pagaré 5 pesos». Ante tamaña oferta, el leñador aceptó y todas las tardes se presentaba a entrenar. La unica in strucción que recibió fue que no dejara pasar ninguna pelota a su portería.
Llegó asi el retorno del guardacosta a la isla y se pactó dia y hora del juego. Se habilitó a un oficial del barco como árbitro y a un empleado de la aduana como auxiliar y comenzó el juego, ante la expectación del público que por primeta vez, desde el vecino parque, veian ese deporte extraño.
Con una novedosa formación T en B, ( Todos en Bola) los locales no se daban abasto defendiendo su meta ante un incesante bombardeo de los marinos, pero quien se llevaba la palmas era el portero debutante, volaba, saltaba, se barría, atrapaba y defendia como si le fuera la vida en ello, el marco encomendado a su cuidado, mismo que mantuvo inviolable a pesar del incesante acoso. Terminó asi el primer tiempo y continuó con la misma tónica el segundo. Ya para tetminar el juego, en una pelota atrapada por «nuestro» portero se dió una jugada insólita, el cancerbero paró un balón y conforme las ins- trucciones lo lanzó lo mas lejos posible. Cayó la pelora delante de Carlos Namur un joven payo obispense, residente en la isla y que era de los pocos que habia jugado antes ese raro deporte, acompañado de uno de los hermanos Coldwell Fernández, enfiló al marco rival sin defensores al frente y ANOTÓ.
Por mas que insistieron en su acoso los marinos y el árbitro alargó el tiempo, el marcador no cambió y contra todo pronóstico ganaron los locales.
Surgió entonces un problema, los perdedores se negaron rotundamente a pagar la apuesta su alegato se discutió acalorádamente por largo tiempo y estuvo a punto de terminar en batalla campal. Tuvo que in tervenir el comandante del navio y el jefe de policia local, para aquietar las aguas. ? Y qué se alegaba? Pues sencillanente QUE COZUMEL HABIA ALINEADO A UN PORTERO PROFESIONAL Y ESO NO ERA LO ACORDADO.
En la foto de la época, el espacio del parque, vecino del area donde se jugó por primera y única vez un partido de futbol en la isla.

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